lunes, 9 de junio de 2008

Billete de vuelta


Yo añado el billete de vuelta... posiblemente muchos de vosotros teneis uno como estos...

El viaje de vuelta fué peor. A mi no me desapareció la ensaimada, pero el movimento del mar se me quedó registrado en el cerebelo (y en un movimiento reflejo adquirido) por un periodo de 24 horas.

Me afecta mucho navegar, no me mareo pero llevo un pedo in substancia que no me deja caminar recto. Aún me dura este inconveniente y cada vez que tengo que pillar un barco, encima hace tormenta. Vaya suerte la mía.

No pone el barco en el que fuimos pero yo juraria que fué en el mismo pero volvimos en butaca.

2 comentarios:

Maite dijo...

Kaixo!

Del viaje a Mallorca recuerdo también que mucha gente se quedó con cara de póker al ver que no estaban sus ensaimadas, esas que habían comprado con el poco dinero que llevabamos. Tambíen recuerdo que mucha gente estaba mareada por la mala mar que había y algunos hasta vomitaban por la borda. Aunque tambíen recuerdo que estabamos todos realmente cansados y que por eso tambíen aguntabamos menos los envites de la mar.

De la estancia en el hotel, recuerdo que un día alquilamos bicicletas para dar un paseo. Yo en la primera cuesta, nada más salir del hotel y con el solazo que hacía, decidí volver al hotel. Otro día nos llevaron de escursión en una especie de Golondrina o yate a una cala y nos dieron a todos una bolsa con unos bocadillos bastante pachuchos. Ese día en la cala nos hicieron una sardinada.
También recuerdo que en mi habitación estabamos: Charo, Candi, Ana Robles y yo. Yo en el Hotel me dejé una toalla colgada en una silla en el balcón. Mi madre todavía me lo recuerda cuando me hace un breve resumen de todas las cosas que he perdido y para que no regañe a mis chavales cuando pierden algo.
Los desayunos, y las comidas eran bastante decentes, y podíamos repetir de lo que nos gustara. Recuerdo que un día había cerdo o jabalí asado y también recuerdo unos aros de cebolla que muchos cogíamos pensando que eran calamares a la romana y que luego a muchos no les gustaban.
También recuerdo que algunos alquilaron patines o pedalines para dar un paseo y que como no nos dejaban que nos subieramos más de dos, echabamos a nadar y los alcanzabamos a nado. D. Félix casi se muere del susto cuando varios se engancharon al suyo, porque D. Félix era de Toledo y no sabía nadar.
El hotel la verdad, estaba bastante bien, era de cuarto estrellas y se llamaba "Almirante Farragut".

Agur.

Mar dijo...

Tranqui Virgilio a mí también se me marcó en la memoria aquel meneito del barco,sólo he viajado una sola vez mas en barco en toda mi vida, y mientras pueda no pienso repetir.
M.del Mar.